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Encuentro Con Max-Daix

La tarde estaba calurosa, típica de un verano en Buenos Aires. En el estudio de Jorge Gabriel, un lugar conocido por su ambiente creativo y relajado. Al entrar, el sonido de un ventilador, intentando combatir el calor. Max-Daix estaba allí, sentado a la derecha de Jorge, con la pantalla resplandeciente. Su historia comenzaba con la legendaria Commodore 64, donde programó uno de sus primeros juegos: "Space Fire." La dedicación y el esfuerzo que Max-Daix puso en ese proyecto eran evidentes. Pasaba horas, días enteros, descifrando códigos y experimentando con nuevos algoritmos. La Commodore 64, aunque increíblemente versátil, también era exigente. Requería un compromiso total para desentrañar sus secretos y aprovechar al máximo su potencial. Con el paso del tiempo, Max-Daix se convirtió en un maestro de la programación en lenguage ensamblador Su talento lo llevó a trabajar en proyectos más ambiciosos, como el motor de "Unreal Tournament GOTY." Aquí, cada línea de código tenía que ser perfecta, optimizada al máximo para funcionar sin problemas. Las largas jornadas frente a la computadora, perfeccionando cada detalle, eran un testimonio de su pasión y perseverancia.

Había una energía palpable en el aire mientras el estudio de FANAPLAYERS preparaba el equipo de grabación para el audiovisual de su página web. La sensación de camaradería y entusiasmo llenaba el estudio. Max-Daix expresó sus intenciones de colaborar con FANAPLAYERS, aportando sus conocimientos sobre los videojuegos realizados en la Commodore 64. La reunion terminó con una sensación de esperanza y emoción por las oportunidades que vendrían. La dedicación de Max-Daix a su oficio es inspiradora, y su disposición a compartir su experiencia con la comunidad de FANAPLAYERS promete enriquecer el mundo de los videojuegos retro.

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